Adaptógenos: ¿moda pasajera o ciencia real?
Los adaptógenos han ganado popularidad en el mundo del bienestar y la suplementación, especialmente en redes sociales, donde se les atribuyen propiedades casi mágicas: más energía, menos estrés, mejor ánimo, mayor rendimiento… Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? ¿Estamos frente a una moda más o existe respaldo científico?
En esta entrada de Farmaciencia, quiero ayudarte a entender qué son realmente los adaptógenos, cómo funcionan, y por qué han despertado tanto interés en la salud moderna.
🌿 ¿Qué son los adaptógenos?
El término "adaptógeno" se refiere a un grupo de sustancias naturales —generalmente extractos de plantas, raíces y hongos— que tienen la capacidad de aumentar la resistencia del organismo al estrés físico, mental y ambiental.
A diferencia de otros principios activos que actúan de forma específica en una ruta metabólica, los adaptógenos tienen un efecto regulador general, ayudando al cuerpo a recuperar su equilibrio o “homeostasis”.
🔬 ¿Cómo actúan en el organismo?
Aunque suena sencillo, el mecanismo de acción de los adaptógenos es bastante complejo y aún se sigue investigando. Lo que sabemos es que actúan principalmente sobre el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA), que es el sistema encargado de regular el estrés.
Su efecto más característico es el de "normalizar" funciones alteradas:
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Si hay hiperactividad, ayudan a calmar.
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Si hay agotamiento, aportan energía.
Esto no significa que sustituyan tratamientos médicos, pero pueden ser un complemento interesante cuando están bien formulados y utilizados con criterio.
🍄 Ejemplos comunes de adaptógenos
Entre los más estudiados y utilizados están:
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Rhodiola rosea: mejora del rendimiento físico y mental.
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Ashwagandha: reducción de estrés y ansiedad.
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Ginseng: aumento de energía y concentración.
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Cordyceps sinensis: mejora de la oxigenación, energía y capacidad física.
Este último, el Cordyceps, ha sido objeto de múltiples estudios por su capacidad de mejorar el metabolismo energético, razón por la cual se utiliza frecuentemente en suplementos orientados al deporte y la vitalidad.
📚 ¿Qué dice la evidencia?
Aunque el término “adaptógeno” no es reconocido formalmente por todas las agencias regulatorias, sí existe una base científica creciente que respalda sus efectos, especialmente en estudios clínicos pequeños y revisiones sistemáticas.
Eso sí: es importante no caer en la exageración. No son mágicos, no curan enfermedades por sí solos y su efectividad depende de la dosis, la calidad del extracto, la biodisponibilidad y, sobre todo, de la coherencia con el estado de salud de cada persona.
💊 Una mirada desde la farmacia
Desde mi rol como químico farmacéutica, he visto cómo los suplementos pueden marcar la diferencia cuando se formulan correctamente y se utilizan de forma informada. Por eso me parece importante hablar de estos temas, explicar qué hay detrás de cada término que se vuelve tendencia y, sobre todo, acercar la ciencia a las personas.
En el blog Ciencia y más, vas a encontrar justamente eso: una combinación entre conocimiento técnico y lenguaje claro. Porque la salud también se construye con información de calidad.
⚡¿Y en la práctica?
Si te interesa cómo se aplica todo esto en el día a día, te invito a conocer Cordycaps D, un suplemento que contiene Cordyceps sinensis y vitamina D. Es un ejemplo de cómo los adaptógenos pueden integrarse en una fórmula pensada para apoyar el rendimiento y la vitalidad.
👉 Puedes leer más sobre su formulación aquí
👉 O ver la categoría completa de suplementos adaptógenos aquí
Gracias por leer y por querer entender la ciencia detrás del bienestar.
Nos seguimos leyendo en la próxima entrada 💖
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